Una de las tareas más complicadas en la carpintería metálica es la curvatura del hierro. Debido a sus propiedades de dureza y flexibilidad, la fabricación del arco de una puerta puede convertirse en una labor muy difícil. Además, obtener los desarrollos exactos de la curva se requiere experiencia y habilidad, puesto que un error en un material tan caro podría encarecer el precio final.
Acoplar una cerradura en una puerta que tenemos montada es una tarea sencilla siempre y cuando encontremos el modelo y dirección exacto de la misma. Pero, ¿qué ocurre cuando tenemos que acoplar la cerradura a una puerta por primera vez?. Esta sí es una tarea de profesionales, puesto que al cerrar la puerta no debe quedar la misma ni demasiado dura (para poder abrir la llave) ni demasiado holgada (ya que puede ser ruidosa al mínimo movimiento).